29 de Enero de 1.981. Discurso de Adolfo Suárez, hasta ese momento Presidente del Gobierno español: “Me voy porque las palabras parecen no ser suficientes…la continuidad de la obra exige un cambio de persona” Ese es el resumen de su dimisión.
Pero, ¿que le lleva ahí? La pérdida de confianza irrecuperable por los barones del partido. La posibilidad de pérdida del poder en unos personajes que, a esas, alturas, primaban su propia hegemonía y la del partido, UCD. La figura de Adolfo Suárez estaba, pues amortizada. La llamada “solución Suárez”.
Algo así creo es lo más parecido a lo que, en estos últimos días ha transcurrido en las oficinas de Arístides Maillol.
Con una Junta Directiva con evidentes discrepancias en el tema de la reforma del Camp Nou y sus propuestas, la inmensa mayoría de la Junta estaba en contra de la posibilidad de traslado a un nuevo espacio, posibilidad defendida y preferida por el Presidente y su núcleo duro, viendo como muchos de sus logros, básicamente la reducción de la deuda del Club, pasaban desapercibidos e incluso se tornaban en su contra tras la mala comunicación ejercida.
Un Presidente al que se le acumulaban, uno tras otro problemas de tipo judicial, aquí y en Brasil y con su nombre, y su círculo de amistades mercantiles, vinculado a empresas que su nombre se relaciona con el Futbol Club Barcelona. Caso Viagogo.
La comparecencia en rueda de prensa junto al portavoz Toni Freixa, con amigos así quien desea enemigos, fue la estocada final a una Junta que, en ese momento, vió ya la necesidad de dar un paso al frente. El Presidente sobraba. La única posibilidad de supervivencia de la Junta hasta 2.016 pasaba porque se alejara del Club. Incluso el posible referendum sobre la reforma del Camp Nou deja de convertirse en un voto plebiscitario sobre el presidente, cosa que sin duda hubiese sucedido si éste estuviese imputado en alguno de los casos judiciales en los que está inmerso.
Los barones, tras casi cuatro años con poca presencia en muchos casos y siguiendo la estela de quien allí los colocó, han temido perder sus cargos.
La escenografía lo dice todo. Es difícil explicar que al presidente acorralado por el caso Neymar, y siguiendo con las teorías de las cláusulas de confidencialidad, la persona a quien ha llenado de oro (léase padre de Neymar) no le dé la libertad de poder explicarse y lo haga justo un día después, cuando el Presidente ya ha dimitido. Que lo hubiera hecho el Presidente a esas alturas no servía ya de nada. Al entrante, sí le era de utilidad de cara a la opinión pública. La imagen de un cambio de la misma forma que lo será el relevo de Freixa como portavoz.
Seguro veremos, como mínimo durante un tiempo, nuevos comportamientos en la dirección del Club. Quizás nos sorprenden incluso con más apariciones de ejecutivos como la de Sanllehí. Será cuestión de observar y esperar.
Leopoldo Calvo Sotelo sustituyó a Suarez tras su dimisión. Estuvo en el cargo desde el 25 Febrero de 1.981 a 1 de Diciembre de 1.982. UCD había perdido las elcciones