«Eppur si muove»

Pues sí. Parece que alguien va por ahí exclamando la frase que murmuró Galileo Galilei al abjurar de la teoría que los planetas giraban alrededor del sol. «Eppur si muove» (y sin embargo, se mueve). La frase, pronunciada en Santa Maria sopra Minerva (Roma) puede ser que jamás saliera de los labios de Galileo, y que fuera, tan solo, un recurso literario del escribano. Que más da. Pasó a la historia.

Algo así me da la sensación que está pasando en Can Barça.

Lo que empezó como una simple discusión sobre un sistema de plantear el juego se trasladó a un plano totalmente distinto. El sexo de los ángeles se trasladó, de conversaciones de altas horas de madrugada despues de ingerir una buenas dosis de alcohol, a discusiones acaloradas de la mañana, aquella en que las ideas tienen la tendencia a estar más en consonancia con la temperatura de la cabeza.

Y en eso, nos aparece, por la mañana, el presidente electo del Futbol Club Barcelona, en un acto festivo como es la entrega de insignias a los socios que cumplen 50 años en el Club, y nos suelta una comparativa con el Barça de hace medio siglo. Un «teniem un crisi esportiva, no només de possessió com ara. El Barça va acabar 6è a la Lliga a 18 punts del primer. Imagineu-vos que això passa ara… Cremem el Camp Nou».

Que yo sepa pocos han hablado de «crisis» deportiva. Más que nada porque es difícil de defender el concepto de crisis ante los resultados obtenidos.

Sumemos a esto las palabras, pronunciadas en el mismo acto, de «estem millor que mai» en el aspecto económico, para dar la sensación que existe un algo de nerviosismo en la junta directiva. Quizás la proximidad de la Asamblea de Compromisarios donde hay que aprobar los nuevos Estatutos y la intuición, quizás, de tener que soportar preguntas incómodas acerca de Qatar y las modificaciones, si es que han existido, del contrato con Qatar Fundation, está acrecentando esta sensación de incomodidad en cada una de las declaraciones que se efectúan.

Con una presidencia elegida con la más grande diferencia de votos, creo que todos pensamos en una etapa plácida en la historia del Barça. Etapa de grandes logros y títulos. Con el gran deseo de fondo, manifestado por el Presidente varias veces, de conseguir la unión de todo el barcelonismo.

Y cuando todos dábamos por quieto al barcelonismo, inmóvil a la espera de mejores tiempos, parece que empiezan a oirse y leerse, aunque los escribanos de las santas escrituras del club parezcan ignorarlo, en diferentes lugares y entornos del barcelonismo, la frase que pronunció Galileo. «EPPUR SI MUOVE»