Ayer noche, un servidor, que es del Barça desde antes de tener uso de razón, se fue a dormir cabreado, aunque para algunos, entre los que me cuento, era algo previsible. Cuando el equipo está en manos de alguien que en el mes de Febrero no sabe a que debe jugar y en base a que está formado el equipo, es previsible que ocurran cosas como golear al penúltimo clasificado o perder jugando a nada como contra el Valencia o ayer. Para algunos son accidentes. Cuando has tenido tantos quizás deberías plantearte ir de nuevo a prácticas de conducir.

 Pero lo importante, a mi edad he visto muchos más torneos perdidos que ganados, y sigo siendo del Barça, es lo que ocurre a nivel institucional en el Club. Despertarse con la noticia publicada en “La Vanguardia” en la que el Barça paga ya a Hacienda los 9 millones por el caso Neymar.

 En mes escaso hemos pasado de enviar un escrito a Fiscalía (11 Enero) de una prepotencia fuera de toda lógica cuando acaban de aceptar una querella en tu contra

 “El Fútbol Club Barcelona desea expresar su más enérgica indignación por el informe del Fiscal de la Audiencia Nacional sobre el fichaje de Neymar Da Silva Santos Junior emitido el viernes.

Resulta insólito que el Fiscal, después de haber solicitado los contratos con el jugador y las cuentas anuales del club, solicite ahora nuevas diligencias, sin interesar la declaración del querellado.

Resulta también difícil de entender porqué en sus diligencias el Fiscal solicita por comisión rogatoria oficios a entidades como la FIFA o el Santos FC que el FCB ya ha puesto a disposición del juzgado o bien el FCB podría aportar si es requerido para ello, como ya hizo el pasado día 26 de diciembre.

La decisión del fiscal extiende dudas sobre una operación impecable y que ha permitido al FCB contar, por 57 millones de euros, con un jugador también deseado por nuestros competidores. Es criticable, además, que se practiquen nuevas diligencias por conductos que alargarán innecesariamente un proceso que siempre hemos considerado infundado y temerario.

La operación para fichar a Neymar Da Silva Santos Junior fue compleja, de ingeniería negocial. Siendo conscientes de ello, así lo hemos expresado cada vez que nos hemos referido al carácter confidencial de algunos de sus pactos. Esa era la forma de hacernos con los servicios del jugador. Nuestros competidores estaban dispuestos a hacer la misma operación y por mucho más dinero, pero el FCB se había adelantado por la pericia y habilidad de su equipo negociador.

Esta complejidad contractual, denominada por el fiscal en su informe como “simulación contractual”, nunca constituye en si misma un delito. Creemos que en el informe, el Fiscal comete un error por entender lo contrario.

Ante la gravedad de estos hechos, y pese a confiar en la buena acción de la Justicia, actuaremos con contundencia en defensa de la honorabilidad del FCB y su presidente”.

11 días después el juez admitía la querella y al día siguiente dimitía el presidente Sandro Rosell. El actual presidente Bartomeu explicaba a los medios el fichaje de Neymar.

El día 20 de este mes, se decide imputar, no solo al expresidentes Rosell sino al “Futbol Club Barcelona” como institución y la directiva emite un nuevo comunicado

“A raíz de las noticias aparecidas hoy en la prensa en relación con la operación llevada a cabo por el fichaje del jugador Neymar da Silva Santos Junior, el Barcelona comunica:

1º) La actuación del Club ha sido, en todo momento, con respecto a esta operación y de acuerdo con la información de que se dispone, plenamente conforme al ordenamiento jurídico vigente.

2º) En los próximos días se personará, mediante abogado y procurador, ante el Juzgado Central de Instrucción nº 5, para la adecuada defensa de sus derechos e intereses.

3º) Asimismo, expresa su total disposición para colaborar con la Administración de Justicia en este procedimiento, como ha estado atendiendo desde el primer momento, o en cualquier otro en que sea requerida su intervención”.

Creo que cuando alguien define sus actuaciones como ha hecho la actual Junta Directiva con adjetivos como “impecable”, “modélica”, “conforme a ordenamiento jurídico”, y está convencido de ello, no teme a actuación de la justicia.

Es curioso ver como una Junta Directiva que debería explicar muchas, muchas cosas en temas como Viagogo, Qatar, publicidad, o empresas que han tomado parte en el estudio para la remodelación del Camp Nou, caiga de una forma tan burda por un tema habitual como es un fichaje. Tan solo para querer demostrar que ellos, que han vivido tres años de las rentas deportivas anteriores, sin tomar una sola decisión importante para el equipo, sin mojarse en absolutamente en nada, eran más hábiles que nadie. Los mejores del mundo entero. El querer demostrar que son los más listos de la clase, cuando un fichaje que todo el mundo futbolístico tasaba en 130 millones ellos lo habían sacado por 57. En el fondo, resten a los 130 los 40 que el Barça cobraba y llegan a la cifra pagada.

Demasiado listos.

De momento vayamos sumando 9 millones más. Luego vendrán multas y retrasos. Operación fantástica de, como ellos dijeron “ingenieria negocial”

Mientras la CNN plantea ya aún somos “mes que un club”. Que pena, de pequeño escuchaba a menudo decir que el Barça era un puticlub. Algunos quieren que volvamos a escucharlo y lo peor es que son quienes a día de hoy lo dirigen quienes más hacen para que volvamos a oírlo.

Devuélvannos el Barça. Quizás no ganemos siempre y seguramente los años vividos no volvamos a verlos pero nos ahorraremos la vergüenza de tener al Club imputado en un delito por primera vez en 114 años de historia. Y prefiero seguro no ser tan rico pero lucir orgulloso un emblema como “UNICEF” en el pecho a no ir de la mano de un lugar tan “democrático” como Qatar.

Devuélvannos el Barça. Prefiero sin duda a un presidente que se rocíe con cava en una fiesta a no ver sus caras de sesudos hombres de negocios hablando de “ingeniería negocial”. Tan solo pensar lo que pueden ser capaces de hacer en un tema de 600 millones de euros como es la remodelación del Camp Nou, es para que, a mí, se me ponga amarilla .

Ahora, en estos momentos, tan solo está roja. De vergüenza ajena.

El equipo puede jugar bien o mal, ganar o perder, tendrá años donde debe haber transición pero la institución como tal, el Futbol Club Barcelona, no debería tenerlos. Es más, debería ser ejemplar siempre.